Contra el rezago escolar

Las deficiencias en la expresión oral y escrita de los hablantes mexicanos son innegables y particularmente preocupantes entre la población juvenil. Uno de los resultados de esta incompetencia comunicativa es que las oportunidades de abrirse paso en el mundo académico y laboral se limitan. Ante un problema tan serio, necesitamos soluciones serias que, sin duda, tienen que ver con mejores propuestas metodológicas y de contenidos, para ser implementados en los niveles básicos de la enseñanza.

Los libros de la serie Ortografía y redacción divertidas están concebidos como un método didáctico organizado, profundo, amigable, gradual y actualizado, que trabaja en contextos reales y significativos los aspectos ortográficos, lexicosemánticos, gramaticales y discursivos de la lengua española. Para desarrollar una auténtica competencia comunicativa de efectos permanentes, trabajamos en los cuatro niveles fundamentales del lenguaje: leer, escribir, hablar y escuchar.

El maestro...

• Enriquece su propia metodología de enseñanza aprovechando las explicaciones sencillas, lúdicas y compactas que ofrecen los libros, tanto en el interior de las lecciones como a pie de página; evita así acudir a otras fuentes de consulta.
• Se desempeña como facilitador del aprendizaje al propiciar la reflexión permanente del alumno en toda clase de hechos lingüísticos.
• Se vale de los microrrelatos para estimular en el alumno el gusto por la lectura. • Organiza los contenidos del programa valiéndose de la información sintetizada en las cornisas de cada inicio de lección, y en los índices desglosados por bloque.
• Dispone de cientos de actividades divertidas e interesantes para realizar juntamente con sus alumnos en el aula, o bien, para que ellos trabajen de manera autónoma; también puede asignar algunas actividades como tareas en casa, lo que reduce su carga de trabajo.
• Revisa fácilmente las actividades y ejercicios realizados por el alumno, al disponer de solucionarios en los que verifica las respuestas correctas.
• Detecta con objetividad las fortalezas y debilidades de cada alumno, por medio del trabajo diario y la evaluación bimestral. Así determina si conviene avanzar o ha de reafirmar algún contenido, incluso modificando la estrategia de enseñanza.
• Utiliza las evaluaciones como herramientas para medir el aprendizaje del alumno, y las incluye como muestra en su portafolio de evidencias.

El alumno...

• Disfruta la lectura de microrrelatos significativos que amplían su cultura, sus valores y su conocimiento general del mundo.
• Aprende de las explicaciones sencillas y divertidas que le da el sabio grillo Karari, tanto en el interior de las lecciones como a pie de página.
• Resuelve actividades divertidas y retadoras del intelecto, adecuadas a su edad y muchas veces vinculadas a otras asignaturas del grado que cursa.
• Aprende las palabras en contexto e infiere los principios que regulan su escritura. • Vence la pobreza expresiva con actividades de enriquecimiento de vocabulario.
• Explota familias léxicas, patrones verbales, recursos de prefijación y sufijación, “trucos” acústicos y visuales, asociaciones lógicas… y otros recursos que potencian el rendimiento ortográfico.
• Analiza el contexto extralingüístico y selecciona los recursos adecuados para cada situación comunicativa (registros de lengua).
• Asimila gradualmente el complejo y variado sistema de acentuación y puntuación. • Se ejercita en la escritura script y cursiva.
• Genera textos organizados y claros, siguiendo esquemas modélicos que rigen las secuencias descriptivas, narrativas, expositivas y dialogales.
• Madura en sus formas de comunicación a medida que adquiere una conciencia ortográfica, gracias a la cual actúa con autonomía y resuelve nuevos problemas.

Los padres...

• Comparten con su hijo(a) el gusto por la lectura, a través de los microrrelatos que amplían la cultura de toda la familia, sus valores y su conocimiento del mundo.
• Se apoyan en las explicaciones sencillas, lúdicas y compactas contenidas en los libros y –sin necesidad de acudir a otras fuentes de consulta– son capaces de guiar a su hijo(a) en la realización de actividades en casa.
• Actualizan su propia competencia ortográfica.
• Conviven con su hijo(a) al compartir actividades académicas y lúdicas.
• Conocen el avance de su hijo(a) a través de su desempeño en las lecciones, las actividades y las evaluaciones.

Evidencias de aprendizaje del alumno

Los libros están organizados en cinco bloques, al final de cada cual se incluye una evaluación que mide absolutamente todos los temas trabajados durante un bimestre. En congruencia con la metodología y los contenidos generales de la serie, esta herramienta de medición también toma en cuenta los cuatros niveles del lenguaje (leer, escribir, escuchar y hablar), pues parte de un relato de cuya lectura se desprenden actividades auditivas, de pronunciación y de escritura. Por su diseño y contenido, proponemos al maestro utilizar las evaluaciones en su portafolio de evidencias, como muestras continuas y ordenadas que permiten conocer el avance en el aprendizaje de sus alumnos.